Dos extractos para compartir

“me llaman la Agrado, porque toda mi vida sólo he pretendido hacerle la vida agradable a los demás. Además de agradable, soy muy auténtica... Y en estas cosas no hay que ser rácana, porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma". (Del Monólogo de "Todo sobre mi madre", el film de Almodóvar).



“Alumnos: Saquen una hoja. Composición.

Tema 1: El amor. Tema 2: El amor.

Pueden copiarse.”

Batato Barea.

Foto: Alejandro Viedma.

La (homo) sexualidad en la tercera edad

El pasado mes de setiembre de este 2011 se cumplieron los primeros dos años de vida de Puerta Abierta a la Diversidad. Esta Asociación Civil es el primer centro de jubilados y pensionados LGBT de Latinoamérica. Además, se cumplieron ya doce años del nacimiento de la ONG Puerta Abierta.

La apertura del primer centro de jubilados LGBT argentino y latinoamericano ha causado sensación en los medios de comunicación –locales y extranjeros- y en la sociedad en general básicamente porque por un lado para el imaginario popular los viejitos no tienen sexualidad y encima no son visibles siendo homosexuales y, por otro lado, socialmente se instaló un mito en el cual la vida sexual es exclusividad de los jóvenes. Pero eso no es lo que escuchamos/vemos semana tras semana en Puerta Abierta. Las personas adultas mayores –y también las jóvenes- arriban y continúan asistiendo a nuestra organización manifestando muchas necesidades y anhelos, entre los cuales aparecen reiterativamente las ganas de enamorarse, de ser deseadas y elegidas, de ser miradas, abrazadas, escuchadas, o de volver a estar en pareja y tener sexo, en fin… De vivir felices.

Los adultos mayores gays y lesbianas han recorrido sus vidas en décadas en las cuales se creaban y repartían muchas falacias alrededor de lo LGBT, falacias que hacían incorporar la culpa y por ende muchos se reprimieron, se inhibieron, se limitaron. En los grupos de reflexión que brindamos, los coordinadores de los espacios observamos esa incorporación de prejuicios sociales en la forma de pensar y expresarse de los participantes, no obstante ellos acuden también para poder derribar las creencias y los mitos erróneos que aún en la actualidad circulan sobre la homosexualidad, y así poder empezar a disfrutar de ellos mismos.

Una manera de mejorar sus vidas es dejando de estar solos. La soledad es uno de los sentimientos que más sufrimiento provoca a la población lésbica-gay de más de 65 años. Muchos de los que van llegando a -o pasan- los 70 años de vida ya son viudos/as, o casi sin familia, o “cuentan” con familiares que los expulsan, y sólo hallan lugares de excepción para poder conectarse con pares.

Los grupos de pertenencia para lesbianas y gays

Las mujeres y varones que asisten a Puerta Abierta nos manifiestan que es un sitio en donde pueden integrarse a un grupo de pertenencia sin tener que fingir su orientación homosexual. Haciendo redes en lo grupal allí no sienten miedo a que el otro los juzgue o que los deposite, como les pasa afuera y en el mejor de los casos, en geriátricos.

Aunque a varios de estos adultos mayores intentamos ayudarlos a salir del clóset, también comprendemos el terror que a veces les causa sentir que van a ser rechazados por los que los rodean, y no se trata de paranoia, tienen razones suficientes para alojar este temor ya que lamentablemente la discriminación sigue estando por de más presente, sobre todo entre las personas de generaciones anteriores.

Por otra parte, las lesbianas y los gays de la tercera edad sienten que no tienen lugar en un mundo que cada día apunta más a la juventud y la sobrevalora, por lo cual ellos se consideran doblemente descartados por no encajar en los estándares sociales actuales.

Como respuesta a estas problemáticas, hace años venimos organizando reuniones sociales semanales y grupos de reflexión (para mujeres, coordinado por la lic. Graciela Balestra y Silvina Tealdi y para varones, coordinado por el lic. Alejandro Viedma), donde concurren personas de 21 a 65 años o más, que se reúnen y comparten vivencias, enriqueciéndose mutuamente.

Hoy en día, a más de un año de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, sólo como excepción escuchamos que las lesbianas y los gays argentinos transitan este proceso de hablar de su homosexualidad en todos sus lugares cotidianos, siendo los ámbitos laboral y familiar los más obstaculizados.

Creemos en la energía positiva generada por lo grupal, en que cuando las personas nos unimos nos podemos hacer mucho bien unos a otros partiendo de la contención mutua, retroalimentándonos desde la inclusión y el sentirnos parte de algo, comunicándonos fluidamente; de hecho personas que llegan con depresión o angustia debido al aislamiento provocado por la indiferencia de los demás, logran en breve volver a conectarse con la vida, con sus deseos y fantasías, tejen amistades y muchas de ellas vuelven a enamorarse.

Entonces, que las arrugas y las canas no sean motivo de descarte sino marcas de los recorridos de la vida sobre la piel, el cabello, el cuerpo y la mente de las personas que suman y ganan en tiempo tanto como en experiencia, en sabiduría, en momentos lindos que incluyen el cuidarse amorosamente.

Es por lo mencionado precedentemente que nosotros decimos: “A la vejez, ¡salud!”.

Curso de voluntariado para jubilados

El jueves 6 de octubre en nuestra sede hemos empezado un curso de voluntariado para jubilados, donde ellos mismos aprenden a convertirse en agentes comunicadores en otros centros, para que todos juntos podamos luchar en contra de la discriminación. Además, por vez primera, para esto contamos con el apoyo del Ministerio de Desarrollo para becar a los que no pueden viajar por problemas económicos.

Para contactarse con Puerta Abierta:
Tel: 15-4470-9852

Foto by Alejandro Viedma, casamiento de Norma y Cachita.

“Soy docente y si salgo del clóset temo perder el trabajo”

Post del día de la fecha, publicado en Boquitas Pintadas, blog by Verónica Dema para lanacion.com

Mario tiene 39 años y es docente. Cuando se pregunta dónde le cuesta más ser abiertamente gay dice, seguro: “En mi trabajo, porque soy docente”. El se acercó al grupo de reflexión para varones gay que coordina el lic. Alejandro Viedma en la ONG Puerta Abierta para indagar en los miedos que lo acosaban al pensar en salir del clóset entre docentes y alumnos.

“Me quedé analizando la situación, llegué a la conclusión de que tengo miedos, prejuicios, inseguridades allí ya que si salgo del clóset en la docencia hasta perdería mi puesto. Es como si mi vida “privada” ahí no existiera, “de eso no se habla” para no auto deschavarme. Me aterra que digan y piensen que soy un degenerado “por ser puto”, cuenta.

Su participación en el grupo lo ayudó mucho, dice. Ahora, ya ex integrante de Puerta Abierta, nos da su testimonio para ahondar en los obstáculos que se le presentan para vivir activamente el derecho a su homosexualidad. En el espacio grupal pudo tomar conciencia del porqué de esas trabas…

Antes de dejarlos con el texto de Mario, una frase que contextualiza sus palabras:

“Es posible que cada persona sea un individuo, pero la mayoría de los individuos funcionan como tales dentro de los confines de un grupo más extenso. En primer lugar están los estereotipos y luego están las embarazosas verdades” Matthew Rettenmund

Qué pasa si un docente se declara gay

Estoy experimentando el inicio de un proceso de síntesis apostando a mi deseo de vivenciar simultáneamente lo que se reacomodó o se resignificó en los últimos tres años.

Durante un año y medio, aproximadamente, viví intensamente mi derecho a la homosexualidad (seguir mi deseo) y como pude empecé, saliendo mucho, transitando lugares gay, conociendo gente, etc. El otro año y medio hice lo mismo (pero con otra profundidad) en relación al estudio y al laburo.

El obstáculo fue que no pude abordar la simultaneidad, y salvo esporádicas relaciones, dejé de armar vínculos desde el Mario asumido como gay. No lo perdí internamente, sólo que no pude incorporarlo desde un rol activo: se quedó en mi pensar y en mi sentir, pero no en el hacer.

En una reunión del grupo de reflexión hemos charlado sobre en dónde nos cuesta más ser abiertamente gay, y apenas se tiró este disparador, en mi cabeza se me hizo un clic: en mi trabajo, y el clic principal fue el pensamiento que se me impuso, “porque soy docente”. Me quedé analizando la situación, llegué a la conclusión de que tengo miedos, prejuicios, inseguridades allí ya que si salgo del clóset en la docencia hasta perdería mi puesto. Es como si mi vida “privada” ahí no existiera, “de eso no se habla” para no auto deschavarme. Me aterra que digan y piensen que soy un degenerado “por ser puto”.

Por eso lo de la síntesis, que es empezar a comprometerme (me resonó mucho esa palabra desde que conocí y escuché al coordinador, a Alejandro, ya que es un término que él expresa a menudo y actúa en consecuencia) y abordar el hacer desde otro lugar.

Creo, en definitiva, que todo lo que se habló en el grupo me ayudó en el proceso porque hay que interesarse en escuchar y participar. Me quedé con muchas resonancias, pensando (de otra manera no estaría escribiendo esto que dejé que fluyera).

Un abrazo a todos

Mario.

Foto by Alejandro Viedma-
¿Por qué creés que a los docentes les cuesta salir del clóset?