Posts de otros

En esta ocasión, presento posts de tres bloggeros distintos, con cierto pudor porque hablan elogiosamente de mí y mi trabajo…

Martín D. ha participado bastante tiempo del grupo de reflexión de los jueves, armó su blog, escribe muy bien, y hace unos días subió:

“REFLEXIÓN EN GRUPO” (link: http://freakpowergeneration.blogspot.com/2010/11/reflexion-en-grupo.html )

En una búsqueda intensiva por la identidad. En una época de terapia, en la que la palabra “patético” se apoderaba de mi mundo. En aquellos días sentía que todo estaba perdido. Que no había gente con un profundo entendimiento de la palabra amor. Que todo pasaba por la superficie.
Fue en ese momento que decidí tomar las riendas y buscar apoyo. Buscar un grupo de pertenencia en el que se me entendiera y, por otro lado, poder deshacerme de los prejuicios y preconceptos que me gobernaban hasta ese momento. Porque, si había algo en lo que no tenía duda, era en que todas esas ideas que se me habían formado en la cabeza, eran simplemente eso, ideas que no se acercaban mucho a la realidad. Ideas que se fueron formando en mí, debido a los diálogos con los pares. Aparecían palabras como “histéricos,” “superficiales,” “pakys.”
Empezaba a sentir que vivía en un gueto en el que éramos discriminados por nosotros mismos. Nos tratábamos con indiferencia. Yo cada vez me alejaba más del colectivo y me acercaba a una soledad en la que podía reflexionar, pero eso no era suficiente. Necesitaba el encuentro con otros pares que pensaran. Simplemente eso y que esos pensamientos nos enriquecieran cambiando la esfera en la cual había caído.
Por suerte caí en Puerta Abierta. Ahí fui bien recibido. El coordinador del grupo de reflexión para varones gay nos protegía, nos contenía y nos daba la libertad de mostrarnos, exponer nuestras formas. Ahí crecí mucho, me sentí querido por mis compañeros y por el coordinador, Alejandro Viedma. Yo me sentía cuidado.
Todos los jueves se traían nuevas formas de hacernos pensar. Siempre teníamos consignas para desarrollar.
Yo creo que cada vez que uno intenta cambiar su mundo, está salvando el mundo que nos rodea. Todo lo que uno trae a la luz, a través de lo positivo, siempre tiene un buen recibimiento en los otros.
En el grupo cambiamos, crecimos, amamos, amigamos, nos reconocimos con mucho valor y veracidad. Yo por lo menos pude liberarme de las ideas de antaño. Y así emergió esta sexualidad que ahora puedo vivir libremente, gracias a poder reestructurar mi mente.
En esto tuvieron mucho que ver los participantes del grupo y el coordinador. Las charlas, los debates, me hacían pensar que algo estaba cambiando en mi mundo. Y cambió de raíz. Ya las personas que conocía eran más auténticas y logré hacer un buen grupo de amigos. Que a esta altura, somos como familia. Por fin la palabra patético desaparecía de mi vocabulario para darle lugar a palabras más amorosas.
Alejandro, te admiro tanto, hacés todo con tanta pasión, con tanto cuidado, con tantos cojones, que es imposible no quererte. Martín.

Alan es un reciente treintañero que en su muy visitado blog escribe sobre su problemática de vivir adentro del clóset, sobre todo respecto a su familia y su trabajo. Hace un tiempo me mandó unas preguntas y subió lo siguiente (link: http://definitedeunavez.blogspot.com/2010/10/la-angustia-de-vivir-en-el-closet.html ):

“LA ANGUSTIA DE VIVIR EN EL CLOSET....”

Alejandro Viedma es Lic en Psicología de la UBA, Psicoanalista y Coordinador de grupos de reflexión... cuando mi analista no sabe responder a ciertos temas recurro a él....
En este caso sentí la necesidad de hablarle sobre mi miedo a la soledad y esta fue la charla que tuvimos:

Alan: ¿Por qué nos da tanto miedo la soledad?
Lic. Viedma: Desde nuestra cultura, pareciera que la soledad es una condición humana. Por ejemplo, hay una frase popular que pregona: “uno nace solo y muere solo”, o lo que es lo mismo: “venimos al mundo solos y nos vamos de él de la misma manera”. Últimamente yo estoy cuestionando ese dicho popular....
Alan: ¿Por qué lo cuestionas?
Lic. Viedma: Coincidiendo con Freud, el hombre de entrada es un ser social: la que nos trae al mundo es una mujer, además nos recibe una partera y en el mejor de los casos hay varios otros –que en ese momento están aguardando en la sala de espera de la clínica o del hospital- que rápidamente nos empiezan a mirar, a hablar, a tocar. Creo que la forma en la cual nos miren, cómo nos hablen y toquen y los vínculos que posteriormente vayamos construyendo a lo largo de nuestras vidas, hará que nos sintamos más o menos solos y hará que nos despidamos de esta vida rodeados de los afectos que hayamos podido establecer o que muramos solos “como un perro” (otra frase popular). Respecto a los homosexuales, a mí me parece que en los últimos tiempos eso de “no logran formar pareja y mucho menos tener hijos” está cambiando bastante.
Alan: Entiendo, pero de todas formas ¿existe una mayor proporcionalidad de homosexuales que no logran formar una familia?
Lic. Viedma: En el pasado, cuando los padres se enteraban que tenían una hija lesbiana o un hijo gay, sufrían por el hecho de portar la creencia que dicho hijo “iba a quedarse solo", el matrimonio igualitario en la Argentina logró por un lado visibilizar a muchas parejas lésbicas y/o gay que han estado unidas por décadas y, por otro, contagió de deseo a personas del colectivo LGBT para que pudieran proyectarse en una familia diversa, seres que comenzaron a pensar “ah, se puede”.
Alan: ¿Es común este sentimiento que relaciona homosexualidad con soledad entre los gays aún no salidos del clóset?
Lic. Viedma: Lo que sucede, según mi práctica clínica, es que el clóset en sí es un lugar de desolación, de aislamiento, el sujeto se encuentra solitario dentro del armario ya que se le dificulta tener una comunicación, un lazo, un acercamiento fluido con un otro si a dicha persona le tiene que mentir o esconder ciertos aspectos fundamentales de su ser, como la identidad y el deseo.
Alan: ¿Entonces el encierro es lo que aumenta su sentimiento de soledad?
Lic. Viedma: Por lo menos para la persona que está completamente dentro del clóset hay un pesar importante enmarcado por el encierro y eso le provoca angustia y stress, porque desde ese lugar inquietante está en estado cuasi permanente de alerta.
Alan: Sí... creo que al menos en mi caso es acertada esa reflexión. Gracias!!

Y el año pasado había subido:
http://definitedeunavez.blogspot.com/2009/07/la-otra-mirada-del-divan.html

Por último, la entrevista a Facu, quien también asistíó al grupo de los jueves y en la actualidad es un importante referente del activismo LGTB argentino:

“Visiblemente socialista”

Queríamos compartir esta nota sobre la militancia LGBT en el Partido Socialista, agradeciendo especialmente a Gustavo Pecoraro, periodista de Sentido G.

Hablar de jóvenes de la Diversidad puede sonar muy abstracto. Por el contrario, ellos y ellas, tienen nombre y apellido…y un rostro conocido quizás, desde la campaña por la Ley de Matrimonio Igualitario. Uno de estos jóvenes es Facundo García de 21 años, dirigente de la Secretaría de la Diversidad del Partido Socialista; miembro de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans (FALGBT); y director de su Secretaría de Cultura y Educación. A pesar de haberle puesto el cuerpo por todo el país a la aprobación de la Ley de Matrimonio Igualitario, reconoce que aún no ha hecho uso de ella, aunque le “encantaría encontrar alguien con quien utilizarla“.

¿Por qué estás en la FALGBT?
- Ingresé a la FALGBT de una manera fortuita. Empecé a interiorizarme con la militancia desde muy pibe, en realidad como un adolescente que estaba indagando sobre su sexualidad y no sabía muy bien por dónde empezar. Lo primero que hice fue concurrir a charlas y debates; me sentía más cómodo por ahí que con salir a boliches o de fiesta. Una de las primeras charlas a las que asistí, fue en el Congreso. Era una mesa que organizaba la CHA y el principal expositor era Pedro Zerolo. Recuerdo que éramos muy pocos, y que terminé sentado delante de María Rachid y Claudia Castro que yo ni sabía quiénes eran. Más tarde conocí a Alejandro Viedma, y de la mano de él me empecé a foguear un poco más en los temas de militancia LGBT. Así comencé a participar de la Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo, como representante de Puerta Abierta, y a conocer activistas de la FALGBT, la CHA y otras organizaciones, sus lógicas de trabajo y sus diferencias. Fue muy enriquecedor participar de esas reuniones y esos debates ideológicos. Un tiempo atrás ya había empezado a colaborar como columnista de opinión sobre temas de diversidad sexual y política, en AGRadio; pero entrar a debatir eso mismo con las organizaciones LGTB fue superador. (Nota completa en: http://www.psdiversidad.org/2010/10/visiblemente-socialista/).

Las confesiones de las máscaras

El lic. Alejandro Viedma invita a los lectores a responder a los interrogantes propuestos a partir de un texto de Yukio Mishima. Publicado por agmagazine.info el día 15 de noviembre de 2010.


(Imágenes del San Sebastián de Guido Reni, 1616)

En este envío presento un extracto de un texto elegido por Mariano U. -uno de los concurrentes a los grupos de reflexión para varones gay que coordino-, como disparador de debates, y las preguntas y cuestiones que empezamos a compartir en las reuniones. Cada subtema propone mucha tela para cortar, ¿no lo creen así los lectores? ¿Se animan a participar comentando el post o respondiendo a las interpelaciones que figuran luego del relato?:
                            
Un día, aprovechando que no había ido a la escuela por un leve resfrío, saqué varios volúmenes de reproducciones artísticas, que mi padre había traído de recuerdo de sus viajes al exterior, y los llevé a mi cuarto, donde los hojeé con atención. Me encantaron sobre todo los fotograbados de esculturas griegas que aparecían en las guías de diversos museos italianos. Cuando se trataba de representar desnudos, entre las innúmeras reproducciones de obras maestras eran estas láminas, en blanco y negro, las que mejor se adaptaban a mis fantasías. Probablemente se debiera al simple hecho de que, aún en reproducciones, la escultura se acerca más a la vida.
Era la primera vez que miraba aquellos libros. El tacaño de mi padre, aborreciendo que las manos de un niño tocaran y mancharan las ilustraciones y temiendo además -¡cuán equivocadamente!- que pudiera sentirme atraído por las mujeres desnudas de las obras maestras, había ocultado los libros en los profundos recovecos de un armario. Y por mi parte hasta aquel día nunca había imaginado que pudiesen ser más interesantes que las ilustraciones de una revista de aventuras.
Empecé a dar vuelta una hoja cerca del final del volumen. De pronto apareció en un rincón de la página siguiente una imagen que debía haber estado allí esperándome, para mi bien.
Era una reproducción del “San Sebastián” de Guido Reni…
…Un joven notablemente apuesto estaba atado desnudo al tronco de un árbol… lo único que cubría la desnudez del joven era un trozo de tela blanca ordinaria que le colgaba flojamente de las caderas.
El cuerpo del muchacho –hasta podría comparárselo con Antinóo, el favorito de Adriano, cuya belleza ha sido inmortalizada con tanta frecuencia por la escultura- no muestra ninguna de las huellas de sufrimientos misionarios o de decrepitud que se descubren en las imágenes de otros santos; en cambio, sólo se advierte la primavera de la juventud, sólo luz y belleza y placer.
Su desnudez blanca e incomparable resplandece contra un fondo crepuscular. Los brazos vigorosos, brazos de un guardia pretoriano acostumbrado a tensar el arco y a manejar la espada…
…No es el sufrimiento lo que le ronda el pecho forzado, el abdomen tenso, las caderas levemente contorsionadas, sino un temblor de placer melancólico como música.
Pero todas estas interpretaciones y observaciones aparecieron más tarde.
Aquel día, en cuanto posé los ojos en la imagen, todo mi ser se estremeció con un goce pagano. Se me aceleró la sangre; se me inflamaron los órganos sexuales como si estuvieran furiosos. La parte monstruosa de mí mismo que estaba a punto de estallar esperaba que yo la utilizara con un ardor sin precedentes, insultándome por mi ignorancia, jadeando indignada. Las manos, de modo completamente inconsciente, empezaron un movimiento que nunca habían aprendido. Sentí algo secreto, radiante que saltaba con pies ligeros al ataque desde mi interior. De repente irrumpió, trayendo consigo una embriaguez enceguecedora…
Pasó cierto tiempo, y luego, con penosos sentimientos, paseé la mirada sobre el escritorio que estaba ante mí. Un arce proyectaba desde la ventana un reflejo brillante sobre todo: el tintero, los libros y notas escolares, el diccionario, la imagen de san Sebastián. Había una cantidad de salpicaduras blancas y turbias: sobre el título estampado en oro de un libro de texto, sobre el tintero, sobre una punta del diccionario. Algunos objetos goteaban perezosa, pesadamente, y otros brillaban opacos como los ojos de un pescado. Por fortuna, un movimiento reflejo de la mano para proteger la ilustración había impedido que el libro se ensuciara.
Fue mi primera eyaculación. Fue también el principio, torpe y completamente impremeditado, de mi “mala costumbre”.
(Es una coincidencia interesante que Hirschfeld ubique las “imágenes de san Sebastián” en primera línea entre las obras de arte que más deleitan a los homosexuales…). Yukio Mishima, Confesiones de una máscara, 1948.

Puntos para pensar:

El primer motivo de excitación para tu primera eyaculación. ¿Cómo recordás tu primera masturbación? Primera huella. ¿Dónde fue? ¿Sorpresa, susto, placer, secreto solitario y/o culpa? ¿Qué fantasías la acompañaron?

Lo sensual. El erotismo. El deseo, que ¿lo espera y encuentra a uno, y no al revés?

¿Qué quiebres hubo en tu vida? ¿Cuál es el hito que ubicás como un antes y después, ese cambio que hizo que tu vida torne de dirección?

¿Qué objeto “te abrió el cráneo”, te ayudó a que te asumieras gay? O imagen (x ej., la de San Sebastián), o situación disparadora que te atrajo al mismo sexo

Lo vedado por los padres. ¿Qué te proscribieron? ¿Hubo alguna zona (u objeto) de tu casa vedada por tu padre/madre?

¿Qué profecías autocumplidas funcionaron, esos mandatos que te transmitieron y les hiciste caso?

Relación entre la pérdida de la inocencia, la religión y el armario.

El padre del gay, y no la trillada imagen de la madre. ¿Cuál es su papel en el homosexual?

El cuerpo. Las zonas y los aspectos sobrevalorados del colectivo gay.

¿Qué significados adquieren las máscaras en los gays? ¿Y las confesiones?

(Imagen de Yukio Mishima, 1970)